Educación: un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva
La educación es más que un derecho humano básico; es un pilar del desarrollo social y del progreso global. En reconocimiento de su papel central, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación, para celebrar y promover la educación como una fuerza impulsora de la paz y el desarrollo sostenible.
En el núcleo de esta visión se encuentra el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4), que busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, al tiempo que promueve oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos. Alcanzar este objetivo es esencial para empoderar a las personas, fomentar el crecimiento y estimular la innovación en todos los niveles de la sociedad.
El poder transformador de la educación va más allá del nivel individual y comunitario: también alcanza el corazón del mundo corporativo. A medida que la economía global se transforma, las empresas dependen cada vez más de una educación de calidad para mantenerse competitivas, adaptarse al cambio e impulsar la innovación. Este impacto se percibe de diversas maneras:
- Innovación y creatividad: Una equipo de trabajo formada aporta perspectivas y enfoques diversos para la resolución de problemas, impulsando la innovación y fomentando una cultura de creatividad.
- Mayor productividad: El acceso al aprendizaje continuo permite al personal desarrollar habilidades que mejoran la eficiencia, optimizan procesos y aumentan la productividad general.
- Retención y satisfacción del personal: Las empresas que invierten en la formación y el desarrollo de sus empleados demuestran compromiso con ellos, lo que atrae al mejor talento, aumenta la lealtad y reduce la rotación de personal.
- Adaptabilidad al cambio: El ritmo de cambio en el panorama empresarial moderno requiere una plantilla capaz de adaptarse a nuevas tecnologías y tendencias del mercado. El aprendizaje continuo asegura que el equipo se mantenga ágil y preparado para el futuro.
- Adaptabilidad al cambio: El ritmo de cambio en el panorama empresarial moderno requiere de personal capaz de adaptarse a nuevas tecnologías y tendencias del mercado. El aprendizaje continuo asegura que los empleados se mantengan ágiles y preparados para el futuro.
- Mejora de habilidades laborales: La educación y la formación proporcionan a las organizaciones un flujo constante de trabajadores capacitados con habilidades de pensamiento crítico, conocimientos actualizados y adaptabilidad.
El empoderamiento, el crecimiento y el aprendizaje son las fuerzas motrices de nuestra misión. En línea con el ODS 4, Christeyns promueve activamente la educación inclusiva y a lo largo de la vida mediante diversas iniciativas:
- Christeyns Academy: Ofrecemos a nuestros empleados formaciones obligatorias y voluntarias que les brindan oportunidades de crecimiento personal y profesional.
- CHLOE (Christeyns Learning Online Environment): Una plataforma digital diseñada para apoyar el aprendizaje continuo y el desarrollo de nuestro equipo.
- Formación a clientes: Compartimos nuestro conocimiento y experiencia con nuestros socios para fortalecer sus capacidades y ayudarlos en el uso seguro y eficiente de los recursos (ya sea agua, energía o productos).
- Prácticas e iniciativas de formación dual: Colaboramos con instituciones educativas para fomentar y desarrollar a la próxima generación de profesionales.
- Compromiso con la comunidad: Priorizamos la educación a través de la Fundación Christeyns, empoderando a las comunidades para que crezcan.
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