Sistema HAC-D para la higienización automática de cintas
Las cintas de transporte de las industrias alimentarias son el origen de gran número de contaminaciones cruzadas. Las cintas están formadas por diversos materiales plásticos en los que, debido a su uso continuado, se forman frecuentemente discontinuidades en la superficie que dificultan su correcta higienización. Estas discontinuidades o irregularidades superficiales, se convierten en un nicho de posible acumulación de microorganismos que pueden contaminar los alimentos y también facilitan la formación de biofilms en esas áreas desgastadas.
Siendo las cintas de transporte uno de los puntos críticos en la industria alimentaria, al ser uno de los principales puntos de contacto directo con el alimento procesado, se convierten en un elemento a cuya higienización hay que prestar una atención especial. Para una limpieza óptima, la mejor opción es implantar un sistema de higienización automático de cintas (HAC), que consigue resultados microbiológicos seguros, constantes y uniformes.
Anteriormente para implantar un sistema HAC se requería de un sistema centralizado de limpieza, el cual fuese capaz de poder transportar hasta cada cinta, agua a presión y los productos higienizantes necesarios, mediante tuberías independientes, programando las operaciones mediante un PLC que comandase diferentes electroválvulas para cada producto y cinta a limpiar. Todo este sistema requería una inversión inicial considerable.
Sin embargo, recientemente ha comenzado a implementarse el sistema de higienización de cintas descentralizado HAC-D (BETELGEUX 2018). Este sistema se diseña adecuándose a las características y necesidades de cada planta, dependiendo de las características de las cintas: velocidad, ancho, longitud y tipo de construcción. Estos factores determinarán el número y tipo de boquillas utilizadas, así como la configuración a la hora de colocarlas.
Con este sistema, no es necesario que la industria tenga un sistema centralizado de limpieza y desinfección, ya que el sistema HAC-D consta de una unidad central con satélite autónomo, que por efecto Venturi, realiza las diluciones de detergente y desinfectante, introduciéndolas dentro de la red de agua para el proceso de limpieza. El equipo incorpora un PLC, el cual permite programar la higienización de hasta 16 zonas distintas.
Imagen 1: Barras de boquillas superior e inferior para la limpieza de ambas caras de una cinta.
Ventajas del sistema automatizado
Las ventajas de utilizar el sistema HAC-D en una industria alimentaria son las siguientes:
- Es un equipo sencillo y compacto que no precisa de grandes instalaciones y que se ajusta a las necesidades de todo tipo de industria.
- Es un proceso automatizado y ajustable que elimina al máximo los restos de suciedad, biofilms y microorganismos patógenos y alterantes, sin intervención de la acción humana en el proceso de limpieza y desinfección. Un PLC controla los tiempos de limpieza de forma constante y controlada, garantizando unos niveles de calidad visual y microbiológica en cada uno de los procesos de limpieza.
- Este proceso controlado de tiempos, abre y cierra electroválvulas neumáticas con una programación predeterminada en el PLC. Para ello, se realiza un estudio previo de control de limpieza para ajustar los tiempos a las necesidades correspondientes a los diferentes tipos de suciedad de cada industria.
- Al tratarse de un sistema totalmente automatizado y ajustado exactamente a las necesidades, se reducen los costes tanto de agua, como de los detergentes y desinfectantes y de la mano de obra necesaria para la limpieza.
- El sistema HAC-D, al admitir la introducción de hasta 10 programas distintos, permite estandarizar varios tipos de programas de limpieza adaptados a posibles necesidades de limpieza durante el proceso productivo, o paradas para cambio de producto (desinfecciones intermedias, aclarados solo con agua, limpiezas de ciclo completo en tres fases, etc.). El programa seleccionado se activa simplemente pulsando un botón por la persona autorizada en el software del equipo.
Funcionamiento del sistema HAC-D
Figura 1: Componentes de un sistema automático HAC-D: 1-Toma de agua de red, 2-Unidad central y de control, 3-Salida de agua y de las disoluciones detergentes y desinfectantes, 4-barra con boquillas, 5-Detergente y desinfectante.
El sistema HAC-D, impulsa el agua de red que llega a la unidad central automatizada y que sale de la misma en forma de agua a presión, espuma detergente o desinfectante, durante la secuencia y tiempos programados en el PLC. Esta unidad controla un máximo de 16 electroválvulas correspondientes a 16 cintas que comunican tanto el agua como la espuma y el desinfectante hasta las superficies a limpiar.
Por último, el agua, la espuma y el desinfectante se proyectan sobre la superficie a limpiar, a partir de un arco de boquillas colocado en la zona superior y en la zona inferior de la cinta. La separación entre boquillas y el número de las mismas dependerán del número de cintas y el ancho de las mismas.
El sistema HAC está formado por:
- Un equipo con PLC el cual controla los tiempos y las aperturas de las electroválvulas, a partir de un software de limpieza y desinfección según las necesidades. Se le pueden incorporar un máximo de 10 programas distintos, que permiten aplicar, agua, detergente o desinfectante a cualquiera de las zonas a higienizar, mediante hasta 16 electroválvulas neumáticas correspondientes a 16 cintas.
- El PLC se puede controlar a partir de un mando específico, mediante la pantalla o incluso a partir de dispositivos electrónicos como tabletas y móviles conectados inalámbricamente al HAC-D, todo ello mediante la conexión Wifi incorporada en el propio equipo. Además, a cada uno de los programas se le puede cambiar el nombre de las distintas acciones que va a realizar para un mejor control del proceso en cada momento. Otra de las ventajas es que se puede ajustar la presión a la salida en cada línea de enjuague para una limpieza óptima y con un consumo más ajustado.
- Existen dos posibilidades a la hora de implantar un sistema HAC-D: Una de ellas es mediante la propia presión de suministro de la industria, con un mínimo de 12 bar de presión y la otra es a partir de una booster que se encuentra dentro del equipo HAC-D. La booster suministra hasta 16 bar de presión a la salida y precisa una presión de entrada de un mínimo de 2 bar.
- Para poder introducir el detergente y el desinfectante dentro de la línea de tuberías de agua, se utiliza a partir de un satélite descentralizado incluido en el equipo. Este, mediante dosificadores Venturi, introduce el detergente y el desinfectante en la red. El proceso de dosificación de los distintos productos se realiza a partir del PLC, el cual controla los distintos productos dependiendo del programa que se haya configurado.
- El agua o producto seleccionado en el programa del satélite, llega a la cinta por un sistema de boquillas ubicadas sobre las dos superficies de la misma (parte externa e interna). Estas pueden tener distintos ángulos de apertura y distintos consumos según su diámetro interno.
Resultados obtenidos con el Sistema HAC-D
Con el sistema HAC-D, se consigue un nivel mucho más elevado de limpieza y de eliminación de la contaminación microbiológica residual que cuando la operación se realiza manualmente. Al mismo tiempo, los resultados obtenidos son muy homogéneos, disminuyéndose al máximo la variabilidad.
El ahorro en el consumo de agua cuando se implementa el sistema HAC-D se sitúa, como promedio, en un 42%; el ahorro en el consumo de desinfectantes y de detergentes, está como promedio en el 41-42%. Lógicamente también se obtiene un ahorro muy significativo en el coste de la mano de obra.
Referencias
BETELGEUX (2018). Sistema HAC-D Higienización automática de cintas. https://www.betelgeux.es/images/files/Catalogos/C-eq-hac-D_FINAL-WEB.pdf
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