La higiene sostenible es mucho más que ahorrar agua

El agua es esencial para la vida, el medioambiente y la economía, y como tal es un bien común que no solo debe ser accesible y asequible para todos, sino, lo que es más importante, ha de respetarse y protegerse. Debido al cambio climático, la escasez de agua está aumentando en todo el mundo y también en Europa, donde el estrés hídrico afecta a cerca del 20% del territorio y al 30% de la población, según indica el informe «Water resources across Europe confronting water stress: an updated assessment by the European Environment Agency, 2021«. Los recursos hídricos de Europa se ven amenazados por el nuevo orden climático, ya que muchas cuencas fluviales, como la mediterránea, experimentan una reducción de las precipitaciones globales y períodos de sequía más prolongados. Hay un desequilibrio creciente entre la disponibilidad del recurso local y la demanda de agua de la industria, lo que significa que existe un riesgo significativo de escasez de agua en el futuro.
La escasez de agua en la industria alimentaria puede tener un impacto significativo en las operaciones y la cadena de suministro. El agua es un recurso crítico, utilizado en la fabricación, refrigeración, limpieza y otros procesos. Cuando el agua escasea, las empresas pueden enfrentarse a una serie de retos, como la reducción de la producción, los riesgos para la seguridad alimentaria si no tienen acceso a agua suficiente para garantizar unas normas de higiene adecuadas, la reputación corporativa y el impacto medioambiental.

Pero la sostenibilidad va más allá. No se trata sólo de ahorrar agua. Se trata de desarrollar una estrategia global en la que empresa, medioambiente y sociedad vayan de la mano. La sostenibilidad es cosa de todos y es esencial que los trabajadores del sector reciban formación sobre prácticas de higiene sostenibles y sean conscientes de la importancia de su papel en la reducción del impacto medioambiental de las operaciones de higiene. Esto puede incluir programas de formación sobre el uso correcto de los productos y equipos de limpieza, así como el fomento de una cultura de responsabilidad medioambiental en el lugar de trabajo.

Reducir el consumo de agua, un reto para todas las industrias

Para hacer frente al reto del uso del agua, muchas empresas están aplicando planes de optimización del agua, invirtiendo en tecnologías de tratamiento y reutilización del agua y desarrollando estrategias de gestión del agua más sostenibles en sus operaciones de limpieza y desinfección. Además, colaborar con las comunidades locales y las autoridades gubernamentales para gestionar el uso del agua de forma responsable puede ser fundamental para garantizar un suministro adecuado de este recurso vital.

Por eso hablamos de aplicar prácticas de higiene sostenible que van más allá del uso industrial del agua. Acciones que reducen el impacto medioambiental y promueven la seguridad alimentaria. En este sentido, es importante reducir el consumo de energía para la limpieza y la desinfección, mantener las normas de seguridad y utilizar productos más respetuosos con el medioambiente.

Una de las opciones más importantes es la implantación de sistemas de recuperación de agua acordes con el ciclo sostenible. Este tipo de iniciativas, como el sistema Hydro que ofrece Christeyns, pueden suponer un importante ahorro de agua de hasta el 70%. Al mismo tiempo, la instalación de sistemas de monitorización de las operaciones de limpieza, tanto CIP como OPC, permite un control total del consumo, así como un mejor control de la calidad de las operaciones de limpieza, lo que se traduce en importantes reducciones no sólo de agua, sino también de energía, tiempo y productos de limpieza y desinfección.

Otra opción que se puede considerar para contribuir a la sostenibilidad de los procesos de higiene es la automatización de las tareas de limpieza y desinfección en cintas transportadoras en la industria alimentaria, o el uso de equipos de higiene por cavitación/ultrasonidos, así como la utilización de lavadoras de cajas perfectamente optimizadas. Todo ello ahorra agua, energía, tiempo y consumo de productos, y garantiza unos niveles de higiene elevados y constantes.

El uso de productos de limpieza y desinfección más respetuosos con el medioambiente es otra herramienta que puede utilizarse para que la industria sea más sostenible. Productos que requieren menos agua para el aclarado o productos más neutros y menos agresivos, como los productos enzimáticos. Productos que puedan utilizarse a temperatura ambiente, reduciendo así el consumo de energía.

Por último, otras medidas aplicables al propio proceso de higienización también pueden contribuir al objetivo de una higienización sostenible. Estas medidas pueden incluir el ajuste de las boquillas y los equipos utilizados para la aplicación de productos con el fin de optimizar el uso de energía en el proceso de limpieza. También se pueden introducir modificaciones en el protocolo de limpieza, como el uso de productos específicos en la fase de aclarado inicial para permitir una limpieza posterior más eficaz y que ahorre tiempo y agua en el proceso de limpieza general.

Por tanto, es necesario revisar adecuadamente los procesos de higienización para implantar protocolos de higiene y productos en procesos específicos, siempre en función del riesgo microbiológico, que permitan reducir las etapas de limpieza y desinfección, tanto en superficies abiertas como en circuitos.

la couleur d'une entreprise engagée

Christeyns Green, el color de una empresa comprometida

Como proveedor de detergentes socialmente responsable, también Christeyns se esfuerza cada día para que sus planes de sostenibilidad vayan más allá de la teoría. «Verde Christeyns. El color de una empresa comprometida» es la campaña con la que la compañía quiere demostrar su compromiso con la sociedad y su entorno más cercano. Un compromiso que crece día a día. El objetivo de producir con un uso racional del agua, la utilización de plásticos reciclados o la autosuficiencia en el consumo energético forman parte de su trabajo diario. Una hoja de ruta que también interiorizan los propios empleados de Christeyns, que se esfuerzan cada día por ser más respetuosos con el medioambiente en su propio lugar de trabajo. Christeyns reconoce que para prestar un servicio sostenible debe predicar con el ejemplo e implantar prácticas sostenibles dentro de sus propias instalaciones. Este compromiso con la sostenibilidad ha sido reconocido con diversos galardones, entre ellos el prestigioso Premio Ecovadis de Oro, el más reciente.

Para ser la empresa verde que quiere ser, Christeyns está inmersa en planes para mejorar su sostenibilidad y la de sus vecinos inmediatos. Así, a la instalación de energías renovables para uso propio en varias plantas de producción, se suma el proyecto de barrio circular en Gante (Bélgica). En este proyecto, el calor sobrante de la fábrica de Christeyns se utiliza para crear hogares cálidos en una nueva zona residencial vecina, mientras que las aguas residuales de estos apartamentos se recogen, filtran y utilizan para la producción de detergentes y productos de limpieza.

En conclusión, la aplicación de prácticas higiénicas sostenibles en la industria es esencial para reducir el impacto ambiental y mantener al mismo tiempo la seguridad alimentaria. El uso de productos y procesos respetuosos con el medioambiente, la optimización del consumo de agua en las tareas de limpieza y desinfección, la implantación de sistemas de recirculación de agua y la utilización de métodos de limpieza en frío pueden ayudar a reducir el consumo de agua y energía.

Authors

Joan Estornell

Marketing Manager Food Hygiene en CHRISTEYNS. Licenciado en Ciencias de la Información. Máster en Dirección de Cuentas Publicitarias. Innovación estratégica en Marketing y Publicidad (UAB). Máster en Digital Business. Marketing Digital (ESIC Business & Marketing School). Curso Higienista en la Industria Alimentaria (Betelgeux).

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